“El tren Alvia con destino Vitoria-Gasteiz va a efectuar su salida por la vía 18”, repite la megafonía de la abarrotada estación de ferrocarril. La conversación se ha terminado. El empresario despide al periodista, que se dispone a correr al andén señalado. Antes, le repite que sí, que en el País Vasco la política ha funcionado exactamente como en Cataluña, como en Madrid, como en Baleares o como en Valencia. Que él mismo ha participado en sobornos y pagos de comisiones a partidos políticos de distinto color, casi siempre después de una copiosa comida en un buen restaurante. Que el norte no es ningún oasis en el desierto español.

La serie ‘La corrupción vasca’ que aquí se inicia con su primera entrega, ‘Dentro de lo normal’, pretende recopilar algunos de los casos más significativos de corrupción, corruptelas, irregularidades, fraudes o simplemente despilfarro que han ido floreciendo en los últimos años sin que en prácticamente ningún caso hayan marcado la agenda como sí lo han hecho otras causas rabiosamente similares en otras latitudes. En eso sí existe un oasis vasco. En las encuestas sociológicas, el asunto de la corrupción ni aparece en los primeros puestos. El lehendakari, Iñigo Urkullu, opina  que la corrupción “no encaja con nuestra cultura y nuestros valores políticos y sociales". Lo dijo en el Parlamento en noviembre de 2014. Y eso que el corrupto más conocido de España, ya condenado, se llama Iñaki Urdangarin, nació en Zumarraga y estudió matemáticas en colegios de Vitoria.

 

'Dentro de lo normal' es el primer título de la serie 'La corrupción vasca', que recorre los principales casos de corrupción conocidos en Euskadi. En la primera entrega, se repasan investigaciones como el 'caso De Miguel', las basuras de Vitoria, la 'Gürtel vasca' o el saqueo del museo Balenciaga. Este trabajo periodístico incluye anexos estadísticos y documentales inéditos.

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